jueves, 29 de noviembre de 2012


El problema, o más bien la dificultad, es que llevas toda la vida intentando encajar y ser esa persona que te han dicho que tenías que ser, y probablemente ya no sabes quién eres, qué quieres y qué puedes.  O peor aún, estás convencido y limitado a esa imagen de ti mismo insuficiente, imperfecta, y/o inadecuada.

Puedes empezar justo desde donde estás ahora:  OBSERVA como si estuvieras viendo una película y tú fueras el/la protagonista:  qué sientes, qué piensas, qué ocurre dentro y fuera de ti. Y ahora RESPIRA, deja que todo sea como es, recoge tus impresiones sin identificarte con nada de lo que ocurre y, simplemente RESPIRA en tu PRESENCIA.

Es un principio...

Cuando dejes de hacer las cosas automáticamente, sin consciencia, dando por sentado quién eres y qué puedes esperar, es posible que te sorprendas y te descubras siendo más tú, más libre.

Nunca es tarde para los milagros :)

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