martes, 30 de junio de 2009

La importancia de la respiración


Respirar es lo primero que hacemos al nacer y ser desconectados de nuestra madre, y lo último que hacemos antes de morir.



La respiración es la base de nuestra salud, es nuestra fuente principal de nutrición y eliminación.
Es más importante que comer o dormir, ya que apenas podemos pasar unos minutos sin ella.

En general, de bebés y niños pequeños respiramos bien, usando toda nuestra capacidad respiratoria y haciendo respiraciones conectadas a menudo. No casualmente, ésta suele ser la etapa de nuestra vida en la que estamos más conectados a nuestra esencia, a nuestras necesidades físicas y emocionales, vivimos en el presente y parecemos más felices.

Con las represiones de la sociedad y de la educación, a edad muy temprana, empezamos a reprimir nuestras emociones. El mecanismo físico para reprimirnos o controlarnos es conteniendo el aliento, reduciendo así la cantidad de aire que entra en los pulmones.Llegadas a la edad adulta, la gran mayoría de las personas respiran lo mínimo para sobrevivir, lo cual les produce una desconexión de sí mismas y de su cuerpo.

Por desgracia, apenas tomamos conciencia de la importancia de la respiración.

Además, vivimos tal como respiramos. Nuestros patrones de respiración nos muestran nuestra forma de vivir, nuestra forma de ver la vida y a nosotros mismos frente a ella.

Las buenas noticias son que, reeducando nuestra respiración podemos liberar estos patrones y volver a estar más conectados con nosotros mismos _con nuestro cuerpo, nuestras emociones, nuestra esencia_ y con la vida _sintiéndonos más confiados y amorosos y dejando de ser víctimas de nuestras circunstancias.


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