miércoles, 9 de febrero de 2011

Subir la montaña, bajar la montaña.


Ayer por fin subí a “ver a Shiva” a lo alto de Arunachala. La excursión tiene su miga, pues es bastante empinada y el calor y el sol aprietan de lo lindo. Comentamos con unos conocidos que me crucé a medio camino que para subir se usa el corazón y para bajar las rodillas, como la vida misma. Corazón: ilusión, impulso, fuerza. Rodillas: coraje, humildad, “resilencia”(capacidad de levantarte, de adaptación).

Los pies de Shiva, y los míos, en la cumbre

Dicen que si subes la montaña y haces el camino de ronda que hay alrededor de su base, tu karma queda cancelado. Hoy me he levantado a las 5 de la mañana para ir a visitar una cueva que hay en la parte de abajo pero no he hecho la ronda. Está claro que aún tengo algún que otro karma pendiente, pero estoy algo hecha polvo de la excursioncita de ayer. Tal vez mañana… También dicen (para mis amigos más esotéricos) que se pueden ver seres, luces, espíritus por esta montaña y que hay una civilización debajo de ella. Que Ramana Maharishi (el gurú que alcanzó la iluminación en ella) abrió un portal energético aquí… en fin… yo sólo puedo decir que me encanta la energía de este sitio y que se está muy relajado allí arriba. Lo que es ver, sólo vi seres de carne y hueso, que yo sepa.


 Estos últimos días, mi vida social ha aumentado considerablemente. Con el tiempo, vas conociendo más y más gente: excursiones, charlas, cenas en las azoteas, puestas de sol en el lago, canciones, cenas y conciertos en las terrazas, conciertos benéficos (donde le “puse los cuernos” a mi coral de góspel y actué con una coral de música africana)… Muchas de estas personas no las volveré a ver jamás y, sin embargo, los momentos compartidos siguen siendo valiosos. Otras, es posible que sí, e incluso puede que se conviertan en amigos. El tiempo lo dirá.



Éste es el preámbulo al retiro de cinco días de silencio que empieza el viernes. Después de pasarme el fin de semana pasado buscando infructuosamente pero con calma un apartamento o habitación para mudarme hoy, día en que tenía que llegar la persona que tenía reservado este “palacio” en el que vivo y convencida totalmente de que la situación era sólo una prueba para ver si confiaba en que la vida seguía apoyándome, acabé reservando una habitacioncita con baño compartido en casa de una familia el domingo por la tarde, conformada con perder los privilegios de silencio, espacio e intimidad de los que disfrutaba y confiando que alguna razón abría para tal cambio .

Con Tomás, subiendo la montaña


Sin embargo, cumpliéndose una intuición que ya había tenido durante mi búsqueda ante tanta dificultad, me llamó mi vecina y casera el lunes por la mañana para avisarme que la nueva inquilina había tenido un problema y retrasaba su llegada hasta el día 15, exactamente cuando termino mi retiro! Afortunadamente, no me habían pedido paga y señal y no hubo problema en deshacer el acuerdo. Gracias, Arunachala ;)))

Puesta de sol desde el lago


Así que aquí estoy, tirada en unos cojines en el suelo fresquito del salón, oyendo cantar a los pájaros (con algún que otro bocinazo a lo lejos), descargando las fotos y escribiendo. Ahora toca siestecilla (coincidiendo con el corte diario de luz) y después: internet café, cocinar tortillas de patatas con mis escasos utensilios, cenita con amigos y pronto a la cama, que el día ha empezado muy temprano.






1 comentario:

  1. HOLA SOC LA ABRIL!!!!!!!!!!!!!!!!TU PASAS BE????

    HOLA SOC EN FELIX !!!!!!!UNA ABRAÇADA INDIA!!!!

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