lunes, 18 de abril de 2011

El PODER de las mujeres, por Jean Shinoda Bolen

JEAN SHINODA BOLEN - Doctora en Medicina y Analista Junguiana



Tengo 68 años. Nací y vivo en Los Ángeles.


Soy doctora en Medicina, analista junguiana y profesora de Psiquiatría en la Universidad de California.


Estoy divorciada y tengo dos hijos.






Iraq es Vietnam una y otra vez, es una pena que tengamos que aprender a través de tanto sufrimiento.


La espiritualidad une y las religiones dividen.


-¿Quejarse es perder el tiempo?


-¡Claro!


-Hay mucho que aprender...


-Por eso a mí me interesan las mujeres maduras, con humor y activas. A partir de los 40 años empieza lo mejor si eres capaz de darte cuenta de la cantidad de cualidades potenciales que hay dentro de ti.


Entonces te entran ganas de convertirte en bruja.


-No sé yo...


-Se lo diré de otra manera: una persona con poder personal.


-Eso me gusta.


-Las brujas sabias dicen la verdad con compasión, y no comulgan con lo que no les gusta, pero no tienen la rabia de las mujeres más jóvenes.  Algunos hombres excepcionales pueden llegar a ser brujas, los que tienen compasión, sabiduría, humor y no están supeditados al poder.


-¿Algo más?


-Sí, las brujas sabias son capaces de mirar hacia atrás sin rencor ni dolor; son atrevidas,


confían en los presentimientos, meditan a su manera, defienden con firmeza lo que más les importa, deciden su camino con el corazón, escuchan su cuerpo, improvisan, no imploran, ríen, y tienen los pulgares verdes.


-¡...!


-Tienen mano con las plantas. Y también con los animales.


Primero aprenden a amar lo que hacen, luego alientan a otros al crecimiento.


Saben reconocer lo frágil y lo que tiene valor, y también lo que debe ser podado.


-¿Y hay que esperar a la vejez para ello?


-Cuanta más edad, más camino aprendido.


La observación compasiva de la vida de los demás te enseña mucho, y las mujeres sabias se pasan mucho tiempo observando.


Hay casos, pocos, de sabias a partir de los 30 o 35, pero esas a los 60 son increíbles.


-¿Qué nos quiere transmitir?


-Que las mujeres tienen la oportunidad de cambiar el mundo en las próximas décadas. Pero que si no lo hacen ahora, probablemente ya no lo harán.


-¿Por qué dice eso?


-Tras los extremismos de la revolución feminista, el péndulo está en el centro y las mujeres que se lo permiten pueden llegar


al equilibrio, a ser completas, fuertes y vulnerables al mismo tiempo.


-¿Un camino colectivo?


-Por supuesto. No tengo la menor duda de que un pequeño grupo comprometido puede cambiar el mundo.


En realidad, así ha sido hasta ahora.


-¿Y cuál es el secreto?


-El millonésimo círculo.


Yo aliento a las mujeres a formar círculos que tengan un componente espiritual.


Simplemente escuchando los problemas, anhelos y miedos de otras mujeres y contando los tuyos, adquieres fuerza.


-Perdone, pero por qué un círculo.


-Cuando uno está sentado en círculo y en silencio


se da cuenta de que hay una conexión espiritual con poder transformador.


Yo pertenezco a uno desde hace 18 años: encendemos una vela, guardamos silencio,


contamos lo que nos preocupa, debatimos, y juntamos nuestras energías con un propósito.


-¿Convocan el poder interior?


-Interior y exterior.


La espiritualidad, la física cuántica y el budismo dicen lo mismo: Todo y todos estamos conectados


y por tanto lo que cada uno haga influye en el mundo.


En los círculos de mujeres trabaja el campo mórfico, las teorías de Rupert Sheldrake.


-¿El centésimo mono?


-Sí, este biólogo desarrolló la hipótesis de que cuando una masa crítica de monos llega a un determinado conocimiento, este se transmite de forma intuitiva e inmediata a los miembros de su especie.


Del mismo modo, un número crítico de círculos de mujeres pueden realzar las cualidades femeninas tan necesarias para que el mundo cambie.


-¿Por qué no círculos mixtos?


-Entre mujeres hay una conexión natural.


Algunos estudios evidencian que cuando una mujer que sufre estrés habla con otra mujer, ambas liberan la hormona de la maternidad que provoca que el estrés descienda.


-Curioso.


-Si las mujeres estuvieran implicadas en los procesos de paz, todo sería más fácil, ¡pero si los que negocian son machos alfa...!


-¿Qué ocurre cuando se encuentra un hombre estresado con otro?


-Cuando un hombre estresado se encuentra con otro, segregan testosterona,


lo que provoca o bien la huida o el enfrentamiento.


Pero si ese mismo hombre acude a una mujer que le comprende, una bruja sabia, su adrenalina baja y su autoestima sube.


Y basta con que se siente a su lado.


-Es bonito eso que dice.


-Estamos llenas de recursos poderosísimos a los que no prestamos atención, como el conocimiento intuitivo. Poderes que se pueden desarrollar en los círculos.


-Propóngame un viaje interior.


-Sea auténtica, sea consecuente con su persona interior y averigüe qué quiere hacer con su preciosa vida.


Desde fuera intentarán responder por usted a las preguntas esenciales, no lo permita.


Desvele qué tipo de arquetipo domina en usted.


-¿A qué se refiere?


-Sus patrones internos que yo resumo en siete diosas.


Cada mujer debe identificar a sus dos o tres diosas dominantes,


que van desde la autónoma Artemisa y la fría Atenea, hasta la nutritiva Deméter, la creativa Afrodita o Hera, la diosa del matrimonio.


-No será tan simple.


-No, pero si podemos llevar una vida en la que el arquetipo y el papel que desempeñamos coinciden, nos sentiremos satisfechas

sábado, 2 de abril de 2011

Despertando en el paraíso

Hace una hora que me he levantado y he salido disparada al jardín de mi nueva casa para cerciorar que no lo he soñado todo y que, efectivamente, este sueño se ha hecho realidad.  Y sí, ahí estaba la hierba, los árboles, las flores, los pájaros y al fondo la ciudad, el mar, el sol...


Tenía el despertador puesto a las nueve y media y sólo eran las ocho, pero quién se queda en la cama su primera mañana en el paraíso!  Desde el sofá puedo ver el jardín, además de las montañas de muebles y cajas esperando encontrar su lugar.




Anteayer fue mi cumpleaños y
decidí comprobar cuan sanado tengo mi trauma de nacimiento al activarlo haciendo la mudanza ese mismo día.  (Para los que no entendáis lo que digo, Rebirthing). El resultado fue muy positivo pero algo queda por resolver, ya que recibí muchísima ayuda, lo llevé con calma pero se estropeó el ascensor y tuvimos que bajar casi todo por las escaleras!!!


Desde que volví de Vietnam hace seis años tuve claro que quería irme a vivir más cerca de la naturaleza. Algo más tarde hice la formación de Rebirthing y aprendí que podía crear la vida que quisiera para mí y empecé a proyectar el sitio en el que quería vivir, esperando a que apareciera.  Ya sé que lo que hacéis la mayoría cuando queréis algo es buscarlo fuera pero yo me he dedicado a buscarlo dentro.  Sabía que cuando estuviera lista para vivir en un sitio así, lo encontraría.  Poco antes de irme a la India me plantee qué era lo que aún me impedía encontrar mi "casa en la naturaleza pero no aislada, a máximo una hora de Barcelona, donde se viera salir el sol por el mar, con bañera y chimenea (ésta no la tengo aún) y donde pudiera venir la gente a sentirse bien" y me di cuenta de que me quedaba un miedo:  miedo a sentirme sola o a aislarme (algo muy familiar para mí).  Pues bien, durante estos tres meses en la India en los que he vivido tantas situaciones tan diferentes no me he sentido sola ni un instante y mucho menos aislada (tan distinto del viaje a Vietnam en el que disfruté mucho pero fue mucho más duro y solitario...). 

No será casualidad, entonces, que al día siguiente de llegar a Barcelona, a punto de estresarme creándome prisas y obligaciones por estar de vuelta, decido tomármelo con calma e ir a comer con un par de amigos.  Uno de ellos me insiste en que le acompañe después a Vallvidrera a ver este piso que tiene en alquiler y a pesar de que caen chuzos de punta y hay una niebla que no te deja ver más allá de un par de metros, descubro mi casa.


 Dos frases "anti-estrés" aprendí a usar en India que son muy prácticas:
  • Why not? ante cualquier propuesta o situación: ¿Por qué no?
  • What to do? ante cualquier contratiempo o situación: ¿Qué le vamos a hacer?
Hace tan sólo 19 días que regresé de India y todo son cambios.  Quería haber escrito sobre la última etapa de mi viaje, pero me ha sido imposible encontrar el momento.  Estoy agotada pero feliz, sobre todo de comprobar que mi impresión era cierta.  Al tomar consciencia de que me tocaba regresar, pensé que no se trataba simplemente de volver a casa sino que Barcelona era la siguiente etapa de mi viaje y que todas las actitudes y aptitudes de las que había disfrutado durante esos tres meses no tenían porqué desaparecer.  De hecho, mucha de la "magia" que he encontrado en la India ha sido tan sólo una consolidación de lo que ya me estaba pasando antes de ir allí: esa sensación de que la vida, el Universo entero, están a tu favor y te apoyan, incluso en los momentos complicados. Todos esos momentos menos agradables o más difíciles han sido tan enriquecedores como los positivos:  me han confirmado que puedo, que valgo y que merezco.  ¿Qué más se puede pedir?


Parte del equipo mudancero probando cómo queda el sofá

Me doy cuenta que la clave todo este tiempo ha sido CONFIAR, algo que sigo teniendo que ejercer constantemente, pues el miedo más o menos sutil se cuela siempre por cualquier redija de tu pensamiento.  Pero cuando eliges la confianza y apuestas por vivir con el corazón abierto, arriesgándote a sentirlo todo (porque el dolor, el miedo, la tristeza y todos sus amigos también forman parte importante del equipo) la vida se convierte en un viaje apasionante.

Gracias a todos por formar parte de este viaje. ¡Jai!

¡Om Namaha Shivaia!