martes, 15 de marzo de 2011

Todo pasa


Esta la publico ya de vuelta en casa.  Me falló la conexión:

Ayer me levanté por segundo día consecutivo a las 7 de la mañana para intentar ver los delfines que suelen pasar nadando muy cerca de la costa hacia las 7:30. Los que me conocéis sabéis que no soy muy madrugadora, así que el tema conlleva un cierto esfuerzo por mi parte.


El día anterior estaba algo nublado y un amigo me dijo que en ese caso no pasan tan cerca. Se ve que el sol hace brillar a los peces y eso les facilita “pescarlos”.


Caminé los 200 metros de prado seco que bajan hasta el puente de bambú, crucé el río que va paralelo al mar y empecé a andar por la arena mojada por la marea baja con mi ipod conectado en “shuffle” (canciones aletorias): Om Namaha Shivaya de Robert Grass, bendición sobre bendición para mí pues me encanta esta versión de mi mantra favorito. Al cabo de poco, empezó a ser irresistible recoger piedrecitas redondeadas de la orilla, como cada día, amarillas, blancas, negras… El sol asomaba por encima de las palmeras a mi izquierda, pues andaba hacia el sur, y resultaba una imagen muy atractiva a la vista para acompañar a la banda sonora de Om Namaha Shivaya (dura más de media hora) y el rugido del mar. ¡Los delfines! ¿Y si pasan justo en el momento en que estás distraída? Me imaginaba a los delfines cual coyote del correcaminos, pasando a toda leche para que no los viera.


Unas cuantas piedras y omnamahashivayas más tarde, según seguía disfrutando de este lujo asiático literalmente, me hice la siguiente reflexión:


Hay cosas que te pasan una vez en la vida… ¿estabas presente?


Otras te pasan dos, tres veces… ¿te diste cuenta?


Otras te pasan hasta que te enteras.


En el paseo de vuelta para casa, sin haber visto ningún delfín, que yo sepa, y cargada de piedras volví a sentirme afortunada y agradecida.

sábado, 5 de marzo de 2011

Constelaciones Familiares en Barcelona el 26 y 27 de marzo

¿Por qué mi vida no funciona como quisiera?

¿Cómo salgo de esta situación?
¿Qué puedo hacer para mejorar mis relaciones?
¿Qué me está diciendo este síntoma, esta enfermedad?

Taller de Constelaciones Familiares:
convierte tus cadenas en alas

 
Echa una mirada a lo que realmente está pasando y recupera los recursos y el lugar que te corresponde para poder vivir tu vida más plenamente.

¿Quieres?


“En las grandes adversidades toda alma noble aprende a conocerse mejor” Schille

martes, 1 de marzo de 2011

Bienvenida a la República Independiente de Goa

Para variar, éste también está escrito hace unos días (el 27) y es que el paraíso también tienes sus cosillas y la conexión a internet no es siempre divina ;)))



Conectados a internet frente al fuego en el jardín

Ayer hice caso a mi cuerpo, que ahora mismo prefiere iluminarse a base de música house, ricas comiditas, paseos por la playa y fogatas nocturnas en el jardín con el rugir de las olas de fondo que a base de cumbamelas, shivaratris y multitudes de sadhus en lugares sagrados. Es decir, no tomé el avión. Toda una prueba para mi mente autoexigente y responsable, pero es que a estas alturas de viaje, yo ya no intento controlar nada de lo que ocurre. Siguen sucediendo situaciones que ponen de manifiesto que todo lo que pienso con claridad ocurre casi al instante y que el conflicto está siempre en mi interior. Sigue habiendo tiempo para el silencio, simplemente el entorno es mucho más mundano y la práctica es más solitaria. Una buena prueba.

Vista desde casa. El sonido del mar tendreis que imaginarlo

Siguiendo con los guiños del destino y estando maravillada (a ratos casi fue obsesionada) con las ropas, las telas y sobre todo los colores desde que llegué a este precioso país, no sólo el nombre que me puso Mooji coincide con el de una marca de ropa sino que la habitación en la que duermo en casa de Dani está toda llena de los preciosos vestidos que ella hace. ¡Cada vez que nos arreglamos para salir cae un modelito nuevo! Y menos mal, porque Goa no tiene nada que ver con el resto de India. Se acabó el recato y llegaron los bikinis, los escotes y las piernas al aire.

A Dani le encanta... bailar house!


Así pues, seguimos conectando con la abundancia, y si no cómo puedo llamarle a vivir en una casita frente a la playa, rodeada de palmeras, gatos, perros, cerdos, wi-fi a ratos, la familia hindú que le alquila la casa a Dani y viven detrás, por no decir dentro, porque aparecen en cualquier momento (si no la peque de dos años, la madre o la abuela, a la que llamamos mama y es la que corta el bacalao).


Mama ayudando a su marido a recoger las redes para la pesca de mañana temprano
Goa. No parece, realmente, que esté en el mismo país que hasta ahora. El paisaje es mucho más tropical que los demás sitios donde he estado (aunque sé que hay otros así), más caro (pero sigue siendo mucho más barato que en casa), hay muchos más extranjeros que en los demás sitios turísticos donde he estado, sobre todo rusos, y hay mucha más oferta de hoteles, bares, discotecas, tiendas para guiris, se vende alcohol en todas partes, las carreteras no están tan destrozadas. El legado portugués deja unas casas de estilo muy distinto y más bonito, para mi gusto, aunque siguen destacando por sus brillantes colores. Nada que ver con todo lo anterior.

Mi vexcina Maira, la nieta de Mama

Mañana iré a Panjim, la capital del estado, pero donde yo estoy, en Mandrem, es muy tranquilo. Las playas son enormes y preciosas y no hay un solo día en que no vea la puesta de sol. A veces hasta hacemos apuestas sobre si el sol tocará de pleno el mar o se borrará antes.


Una de las puestas de sol de cada día

A pesar de que todo suene mucho más frívolo, el viaje interior continúa. Este lugar me ofrece situaciones más "reales" o mundanas que me permiten enfrentarme a viejos fantasmas: temores y otras emociones que aparecen con claridad cuando tienes todo el tiempo del mundo para no camuflarlas detrás de los quehaceres cotidianos.

Por qué sale la foto de lado?  Pregúntale al dichoso Blogger... Yo me rindo!!!
Está claro:  melena al viento, bailando al anochecer frente al mar con un minivestido de Dani


Goa, justo el último sitio al que pensaba venir… y aquí estoy, para seguir rompiendo mis esquemas.